Si bien es cierto que existen muchas formas de limpiar el suelo del patio o terraza, son pocas las opciones que consiguen un resultado realmente eficiente y con total comodidad. Por regla general, la higienización de estos exteriores estaba un poco olvidada e incluso hoy en día son muchos los que deciden limpiar la zona únicamente cuando se acerca la temporada estival. Por ello, hoy en Deco and Lemon queremos darte todas las claves en nuestro nuevo post. ¡Toma nota!

Herramientas para limpiar un suelo de terraza muy sucio

Evidentemente, antes de ponernos manos a la obra, tienes que contar con todo el material necesario. Es el caso de:

  • Escoba y recogedor.
  • Una manguera que sea capaz de llegar a todos los rincones del patio o terraza. Los modelos con boquilla multiposición son especialmente bienvenidos.
  • Rasqueta.
  • Cubo.
  • Escoba de cerdas duras.
  • Un detergente o producto recomendado para el tipo de suelo instalado.

Pasos para limpiar un suelo de terraza exterior o patio

El primer paso que debes realizar será arrinconar todo el mobiliario y elementos que estén presentes y que te impidan llevar a cabo la limpieza con comodidad. Si dispones de un sitio para colocarlos durante este proceso, desaloja completamente el sitio.

Una vez que lo has hecho lo anterior, barre y recoge toda la suciedad suelta que se encuentre en la superficie. Será entonces cuando podremos meter agua de por medio con un buen regado.

Mientras el suelo se va empapando, puedes verter en el cubo el producto de limpieza específico.

Cómo limpiar el suelo de la terraza o patio con el cepillo de cerdas

Después de haber realizado los pasos anteriores, es hora de mojar el cepillo de cerdas con el producto del cubo y frotar con fuerza el suelo. De este modo, se conseguirá arrancar toda la suciedad sin dañar la superficie.

Seguramente tengas que cambiar el agua en varias ocasiones, pues cada vez que introduzcas el cepillo, éste irá dejando suciedad. Por otro lado, conviene indicar que habrá zonas propensas a limpiarse manualmente con el uso de la rasqueta, de ahí que hayamos decidido incluirla.

Sí, es una parte de la limpieza más agotadora, pero se trata de una parte imprescindible para higienizar correctamente tus exteriores y cuidarlos como se merecen. Especialmente si en algunas zonas ha salido verdina durante el invierno, por ejemplo.

Para finalizar, vuelve a dar un buen regado, permitiendo que la suciedad se vaya por el sumidero.

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