Gafas, orejeras y mascarillas son los tres elementos que no deben faltar a la hora de llevar a cabo trabajos manuales domésticos. Y es que no puedes engañarte en una cuestión tan importante como la
seguridad. Cuando te dispongas a realizar pequeñas reformas o instalaciones en tu hogar, hay que invertir en
ropa de protección y tener, de antemano, el material necesario para desempeñar esos trabajos con el menor riesgo posible.
Los tres accesorios de protección de los que no puedes olvidarte
Es muy peligroso comenzar reformas caseras sin el equipamiento de seguridad pertinente. Ya sea por falta de interés en el tema o por pensar que nada puede pasar en el hogar de uno mismo, mucha gente no se protege como debiera. En este post aprenderás más sobre la ropa de protección en lo que a tareas de bricolaje se refiere.
Gafas protectoras, primera medida de seguridad
La
visión es, evidentemente, uno de los sentidos que más se utilizan al hacer reformas. Si a esto se le suma la sensibilidad propia de los ojos, es de sentido común proteger esta parte del cuerpo hasta en la más pequeña de las reformas. Aun así, las
gafas protectoras son todavía más recomendables en las tareas que impliquen perforaciones o la poda de plantas y árboles, puesto que en ambos casos habrá virutas y astillas, respectivamente, saltando por el aire.
Para estas actividades, son especialmente efectivas unas
gafas anti-impacto, que frenen estas amenazas. Además, es una buena idea seleccionar unas gafas que sean de patillas ajustables, de modo que cualquiera pueda llevarlas.
Las mascarillas nunca pueden faltar en obras que generen mucho polvo
Uno podría pensar que las
mascarillas se requieren solo en lo que respecta a las obras en las que se manejan líquidos nocivos y peligrosos para la salud respiratoria, pero no se puede subestimar el efecto perjudicial del polvo en los pulmones. Por ello, toda obra que implique un exceso de polvo o partículas en el aire, así como trabajos de pintura, convierte en indispensable el uso de mascarillas.
Hay diferentes tipos de mascarillas en el mercado, según las necesidades de cada persona y de cada obra. Por ejemplo, una de ellas es la
mascarilla de usar y tirar, perfecta para arreglos en la casa que son puntuales. También están las que tiene una válvula y las que tienen dos válvulas. Ambas dejan pasar el suficiente aire, de modo que es una cuestión de gustos si prefieres una o la otra.
Las orejeras, para proteger tus oídos
Otra medida de seguridad indispensable, y más aún si eres propenso a realizar muchas obras en tu casa. Esto se debe a que, con el paso del tiempo, tu capacidad auditiva puede verse mermada. El ruido de taladros o sierras es tremendamente molesto, y no debe subestimarse su importancia. Es por ello que te recomendamos el uso de
orejeras.
Algo similar ocurre con las mascarillas. Y es que mucha gente considera que se necesitan solo para obras de gran envergadura. Sin embargo, en realidad, resultan también muy aconsejables para obras pequeñas pero regulares. Una medida preventiva que tus oídos te agradecerán.