¿Nuestros perros perciben los sabores de sus alimentos?
Todos somos conocedores de la enorme lengua que tienen los perros, especialmente cuando nos lamen con tanto cariño o les cuelga por hacer demasiado ejercicio. Sin embargo, a la hora de comer no parece que les interese mucho el sabor de los alimentos. Y es que, de los cinco sentidos, el del gusto es el menos desarrollado por los canis. Pero, ¿son nuestros amigos perrunos capaces de percibir los sabores? ¡En el nuevo post de Deco&Lemon te damos la respuesta!
Esto tiene lógica, pues éstos han evolucionado a carnívoros por instinto, lo que ha producido que hayan consumido una gran cantidad de sal en su dieta, sin necesidad de desarrollar las papilas encargadas de identificar este sabor.
Realmente, el sentido que hace que disfruten y les atraiga una comida es el del olfato, extremadamente desarrollado. Por ello, la industria de alimentos caninos incide tanto en los olores fuertes para sus productos. En este sentido, cuando un perro envejece y su sentido del olfato se debilita, se produce una pérdida de apetito considerable.
Esperamos que nuestro post te haya sido de utilidad. Como puedes comprobar, nuestras mascotas requieren de los mejores cuidados, pues influyen considerablemente en su bienestar. En Deco&Lemon lo sabemos de sobra, motivo por el que ofrecemos numerosos artículos para crear rincones especiales para ellos, facilitando su comodidad y felicidad. ¡Entra en nuestra web y adquiere lo necesario para que tu perrito se sienta como en casa!
¿Son nuestros perros capaces de diferenciar los sabores?
La lengua del perro cuenta con menos de 2.000 papilas gustativas, frente a las 9.000 del ser humano. Por otro lado, su anatomía es más lisa, estrecha y plana que la nuestra, en la cual se puede apreciar claramente la ausencia de las típicas rugosidades de este apéndice. Esta es la principal razón por la que son menos sensibles a los sabores. No obstante, a pesar de tener una menor capacidad para diferenciar los sabores de sus alimentos, y contrariando a muchos, los perros sí son sensibles a algunos sabores. Aunque existen diferentes opiniones, todas coinciden en que estas mascotas distinguen perfectamente entre el dulce, el amargo y el ácido, mientras que el salado es más difícil de asimilar.
Esto tiene lógica, pues éstos han evolucionado a carnívoros por instinto, lo que ha producido que hayan consumido una gran cantidad de sal en su dieta, sin necesidad de desarrollar las papilas encargadas de identificar este sabor.
Entonces, ¿qué hacemos con su dieta?
Teniendo en cuenta lo anterior, donde hemos aclarado que los perros no degustan los alimentos como nosotros y su sentido del gusto está menos desarrollado, confirmamos que no es preciso introducir variantes frecuentes en su menú. Eso sí, será su experiencia gastronómica durante su primera época de vida como cachorro la que influirá considerablemente en esto. Si tu perrito ha probado diferentes sabores y texturas desde muy joven, tenderá a aceptar mejor la variedad de alimentos al llegar a adultos. Algunos consiguen ingerir sabores fuertes, como verduras y hortalizas, mientras que otros se niegan.
Realmente, el sentido que hace que disfruten y les atraiga una comida es el del olfato, extremadamente desarrollado. Por ello, la industria de alimentos caninos incide tanto en los olores fuertes para sus productos. En este sentido, cuando un perro envejece y su sentido del olfato se debilita, se produce una pérdida de apetito considerable.
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