Una de las cosas que más molesta a los propietarios de jardines es que tras un verano, sus
muebles parezcan mucho más
viejos y estropeados. Los rayos de sol causan estragos en madera y la tela del mobiliario y, si no los cuidas, nunca volverán a lucir como el primer día.
Afortunadamente, hay
métodos para prevenir la desaparición del
color original de los muebles. Haciendo uso de ellos, alargarás de manera notoria la
vida útil de todos los enseres de tu jardín.
Consejos para proteger los muebles del sol
Hay que recalcar que los efectos de los
rayos de sol en los muebles son muy difíciles de revertir. Más que nunca, en este caso es mejor
prevenir que curar. No solo por eso, sino porque la
madera es un material muy delicado que requiere de unos
cuidados mínimos.
Lo primero que tienes que hacer es encontrar un sellador,
protector o barniz especial para combatir los embates del sol. Ese producto, tiene que estar compuesto por elementos que no alteren las
propiedades naturales de la madera, ya que entonces conseguirías el efecto contrario al que estás buscando. También ten cuidado de que no deje malos olores ni residuos, no vaya a ser que tus muebles queden inservibles. Si es un protector o
barniz fungicida, insecticida e hidrófugo, mejor. De esa forma podrá resistir no solo los rayos del sol, sino también la humedad, el agua y los insectos.
Si en tu jardín tienes algún
espacio cubierto por la sombra o dispones de algún toldo o techo, convendría que los muebles estuviesen
el mayor tiempo posible cubiertos, así evitarías en todo caso que el sol les afectase.
Hay muchos muebles que también están
compuestos en parte por tela. Como bien sabes, la tela no se puede barnizar y por eso es algo más complicado protegerla. Sin embargo, también existen métodos muy fiables. En primer lugar, es mejor contar con
tejidos naturales, como el algodón o la lana. Al fin y al cabo, son productos que ya han estado expuestos al sol antes de ser utilizados para construir muebles, por lo que
pueden resistirlo mucho mejor que otros.
Apuesta por
colores claros, ya que si llegan a deteriorarse, la diferencia será mucho menor. Por último, la manera más efectiva: resguárdarlos del sol. En el caso de los muebles que solo sean de madera, esta opción es opcional, ya que aplicando el
barniz adecuado, los muebles deberían resistir sin demasiada dificultad. Por otro lado, en el caso de las telas, intentar resguardarlos es casi una obligación, ya que la protección que tienen contra el sol es mucho menos efectiva.
Prepara un espacio en tu jardín para
que tenga sombra o haz hueco en tu
garaje para meter allí el máximo número de muebles posible. Terminarás agradeciéndolo y
ahorrando en muebles nuevos cada verano.