En muchos espacios de tu casa puede que no pases mucho tiempo y no cuentas con calefacción como en el resto del hogar. En este caso, la calefacción térmica puede ser tu solución, este tipo de calefacción es completamente independiente. Funciona a partir de energía eléctrica proporcionando calor de forma eficiente y sin contaminar. Incluso puede ser que apuestes por este tipo de calefacción para toda tu casa, no es una locura, es una buena opción con ciertas ventajas. Si te interesa esta opción a continuación te vamos a mostrar sus beneficios.

Beneficios de la calefacción térmica

En primer lugar, una de las principales ventajas es que es más económica. Pese a ser eléctrica no te va a suponer un gran aumento del gasto eléctrico. Para ello te vamos a dar unos pequeños consejos que evitarán un gasto innecesario. Debes mantener el calor de la estancia entre los 19 y 21 grados. Esta temperatura, según los expertos, es la adecuada para nuestra salud. Te recomendamos que no la aumentes porque supondría un aumento del consumo. Se calcula que cada grado más de temperatura supone un 7% más del gasto. Contar con mucho calor en casa puede provocar dolores de cabeza, mareos, irritación cutánea, etc. Para evitarlo mantener una temperatura constante será lo más aconsejable. Para conseguirlo mediante programadores. Este tipo de calefacciones los llevan integrados por lo que te aseguran que la temperatura será aquella que hayas establecido, y que se mantendrá durante el tiempo que desees. Estas calefacciones térmicas incorporan termostatos adecuados que ajustan la temperatura del interior con la exterior. De esta forma cuando hace menos frío en el exterior la calefacción se adaptará para conseguir una temperatura acorde en el interior. Este tipo de termostatos también te permiten establecer programas personalizados para cada día que necesites. Esta opción es ideal para que se apague o se encienda cuando no estés. Imagínate, te vas de vacaciones unos días y al volver te encuentras tu casa helada. Con esta opción podrás programar que se encienda sola y tu casa te recibirá con un calor muy agradable cuando llegues. Respeta el medio ambiente. Este tipo de calefacción no solo supone un ahorro económico y energético, sino que además la energía que se consume es de bajo consumo, respetuosa con el medio ambiente. La energía eléctrica consigue que los emisores térmicos trabajen de forma limpia y utilizando energía renovable. De esta forma no se consume combustible que puede provocar humos y residuos contaminantes. Y uno de sus puntos fuertes es que no requiere de un mantenimiento ni revisiones periódicas. Calefacción térmica para tu hogar Respecto a los diferentes tipos de emisores térmicos se pueden encontrar diferencias entre uno y otro:
  • Los emisores térmicos secos permiten un rendimiento óptimo y una homogeneidad total de la temperatura. Su forma permite aprovechar al máximo el calor y un rápido calentamiento. Este modelo es perfecto para usarlo pocas horas y conseguir calor al instante.
  • Los emisores térmicos de fluido funcionan con un líquido que se reparte por el interior del radiador, reparte de forma uniforme el calor y lo recircula de forma eficiente. De esta forma guarda más el calor, pero le cuesta más calentarse, por ello es ideal para aquellas estancias que necesites que estén calientes entre 5 u 8 horas.
  • Los emisores térmicos cerámicos consiguen una mayor inercia térmica. Así se consigue generar calor después de haber alcanzado la temperatura deseada sin consumir. Es ideal para un consumo continuo de más de 4 horas.
Apuesta por este tipo de calefacción en tu casa y consigue un consumo más respetuoso con el medio ambiente y menos gasto económico. Elige el tipo que se adapte mejor a tus necesidades y consigue una instalación fácil y sencilla.